jueves, 2 de mayo de 2013
microrelato para el concurs de l'aula del cel
Había una vez una gran familia que vivía en el cielo, las estrellas. Estas pequeñas luces repartidas por todo el universo jugaban, hablaban, e incluso, cuando estaban muy unidas entre si formaban pequeños lazos que solo las personas podían verlos.
Pero había una estrella que estaba sola y no jugaba con las demás; la Estrella Polar. No se movía tanto como las demás, ni tampoco jugaba, sólo se quedaba quieta.
Pero un día, la Osa Mayor y la Osa Menor empezaron a jugar con ella y le dijeron que no estaba sola, que siempre estarían con ella.
A partir de ese día la Estrella Polar empezó a brillar y a guiar a las personas personas para agradecer a sus amigas todo lo que habían hecho.
Pero había una estrella que estaba sola y no jugaba con las demás; la Estrella Polar. No se movía tanto como las demás, ni tampoco jugaba, sólo se quedaba quieta.
Pero un día, la Osa Mayor y la Osa Menor empezaron a jugar con ella y le dijeron que no estaba sola, que siempre estarían con ella.
A partir de ese día la Estrella Polar empezó a brillar y a guiar a las personas personas para agradecer a sus amigas todo lo que habían hecho.
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